La logística de aprovisionamiento o también conocida como abastecimiento, gestiona los suministros para que las empresas tengan un flujo controlado y continuo de los materiales que necesitan para poder desarrollar su actividad, tanto de producción como de venta. Como resultado, el proceso de gestión y simplificación de la introducción de productos o materias primas en el negocio asegura el buen funcionamiento del resto de la cadena de suministro.
Por ejemplo, en una empresa manufacturera, la gestión logística de aprovisionamiento se centra en la compra de materias primas, materiales o piezas que son necesarios para la producción. Por otro lado, las funciones de logística de abastecimiento cambian completamente en las empresas de servicios, aquí se enfocan en gestionar la adquisición de mercancías y productos terminados desde el proveedor hasta el propio almacén.
Las empresas pueden realizar el proceso de la logística de aprovisionamiento de maneras diferentes dependiendo de los tiempos de entrega de los materiales (cuánto se adelante la entrega, por ejemplo) y cómo varíe la demanda de los productos.
- Justo a tiempo (Just in time). Cuando una empresa adopta este tipo de logística, se limita a proveerse de lo necesario. Es decir, según los vaya necesitando. Esto reduce los costos de almacenamiento, pero depende por completo de la entrega a tiempo de los proveedores, pero corren el riesgo de que los materiales estén agotados y sea más susceptible a las variaciones de los precios del mercado.
- Simultáneo a la producción. En este tipo de logística de abastecimiento, la empresa planea la compra de las existencias de acuerdo al ritmo que establecen sus necesidades de producción. Así, es capaz de reducir los costos de almacenamiento y, también, minimizar el riesgo de escasez de inventario y cese de producción por falta de suministro.
- Stock de seguridad. En este aspecto, la empresa almacena inventario adicional en respuesta a cualquier evento imprevisto, ya sea debido a retrasos de los proveedores, aumentos de precios en el mercado o un cambio en la demanda. Este tipo de logística de abastecimiento reduce aquellos riesgos externos que puedan surgir, pero aumenta los costos de almacenamiento y, si no se gestiona adecuadamente, puede incurrir en costos adicionales debido al deterioro del inventario.
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